martes, 27 de noviembre de 2007


¿Cómo es posible que alguien, tan solo con su forma de ser y su trato, le quite a una la ilusión de hacer lo que lleva haciendo desde que era una niña, que siempre le había encantado y que podría llegar a ser su modo de vida? Y no sólo eso, sino que una vez conseguido, no con una persona ni dos sino con muchas, pueda tener la cara de inventar, una tras otra, mil excusas para justificar que todas esas personas lo hayan dejado, en vez de reconocer su culpa. ¿Qué digo? ¿Reconocer su culpa? Eso jamás, antes muerta...
Seguramente habrá quien piense que si realmente algo te gusta, nada ni nadie puede separarte de ello y quitarte la ilusión. Pues no es así. Y lo digo por experiencia. Hay quien puede ser tan mala persona (por no llamarla algo peor) que no para de hacerte la vida imposible durante años hasta conseguir que aquello que has querido hacer durante toda tu vida y con lo que has disfrutado desde que tenías uso de razón, se convierta en una pesadilla y lo único que te proporcione sean malos momentos.
Y eso no es todo, sino que, para colmo, hay que aguantar que esa misma persona sea considerada por la gente que no la sufre, como una buena persona, encantadora y que defiende a su gente frente a todo.
Si todos los que piensan eso la conocieran de verdad, ¡¡Qué rápido cambiarían de opinión!!

1 comentario:

El Lobo del bombin dijo...

Dedicado a Mercedes Suárez, alias chedes. Ya te pondrán en tu sitio.